EL FRAUDE FISCAL

Xabia 25-01-2012














Supuestamente  Un empleado del banco suizo HSBC, despechado por el maltrato recibido por éste banco, decidió publicar los nombres de las personas que depositaban su dinero en dicha banca suiza, sin nunca declararlo en sus propios países. Entre ellos había nada menos que 569 españoles, con grandes nombres de la vida política y empresaria

Según el New York Times, esta práctica es muy común entre las grandes familias, las grandes empresas y la gran banca. El fraude fiscal en estos sectores es enorme. Según la propia Agencia Tributaria española, el 74% del fraude fiscal se centra en estos grupos, con un total de 44.000 millones de euros que el Estado español (incluido el central y los autonómicos) no ingresa. Esta cantidad, por cierto, casi alcanza la cifra del déficit de gasto público social de España respecto la media de la UE-15 (66.000 millones de euros), es decir, el gasto que España debería gastarse en su Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios a personas con dependencia, y otros) por el nivel de desarrollo económico que tiene y que no se gasta porque el Estado no recoge tales fondos. Y una de las causas de que no se recojan es precisamente el fraude fiscal realizado por estos colectivos citados en el New York Times, y que el Estado no se atreve a meterles mano. En realidad, la gran mayoría de investigaciones de fraude fiscal de la Agencia Tributaria se centra en los autónomos y profesionales liberales, cuyo fraude fiscal representa - según los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado español- sólo el 8% del fraude fiscal total            

La tolerancia por parte del Estado con el fraude fiscal de los súper ricos se justifica con el argumento de que, aún cuando no pagan impuestos, las consecuencias de ello son limitadas porque son pocos. El Presidente de la Generalitat de Catalunya,  ha indicado que la subida de impuestos de los ricos y súper ricos tiene más un valor testimonial que práctico, pues su número es escaso. La solidez de tal argumento, sin embargo, es nula. En realidad, alcanza niveles de frivolidad. Ignora la enorme concentración de las rentas y de la propiedad existente en España (y en Catalunya), uno de los países donde las desigualdades sociales son mayores y el impacto redistributivo del Estado es menor. Los 44.000 millones de euros al año que no se recaudan de los súper ricos por parte del Estado hubieran evitado los enormes recortes de gasto público social que el Estado español está hoy realizando.
Pero otra observación que hace el New York Times sobre el fraude fiscal y la banca, es el silencio que existe en los medios de información sobre tal fraude fiscal.


El cachondeo:  a partir de Junio de 2012 el Gobierno pondrá en marcha “La amnistía Fiscal” para que los sinvergüenzas defraudadores solo paguen de todo lo que han ocultado y defraudado  el 10 por cien, venga el dinero de donde venga, aun dinero de origen delictivo.  Con estas medidas los defraudadores seguirán defraudando más  para la próxima amnistía que habrá en un futuro, como siempre. Me temo que con esto solo se declarara una parte, el resto  seguirá sin declararse, pues,  ¿quién va a blanquear sus fortunas paradisiacas con la que esta cayendo?, con lo guardadito y a buen recaudo que lo tienen.